jueves, 31 de enero de 2008

si podria jugar?



Se ve un mundo poco real, en el que el protagonista esta aprisionado en un entorno en el que sus oportunidades son escasas y aunque los que tomaron la foto lo acomodaron como un maniquí, siempre será una persona excluida y apenas puede limitarse a quedarse en su silla de ruedas con un palo de golf en sus manos y sus sueños empuñados, dirigiendo todas sus fuerzas a un solo objetivo. Golpear una pelota de golf que representa su vida, que se va por un hueco profundo, dejando sus ilusiones sin salida y sin luz cual alma en pena.
En sus ojos se ven preocupaciones extrañas porque piensa que su familia no son mas actores que juegan a creer en una vida feliz, cuando en realidad solo lo aman porque les tocan, rebajándolo a el a un estado de inseguridad. Su diminuta sonrisa, le hace divagar en un mundo donde el fuera la persona con las ventajas en sus manos, sonde fuera mejor que todos y todos lo idolatraran, pero al tratar de correr a castigar algún siervo que no cumplió sus exigencias, despierta de su malévolo sueño, para entrar a su horrible realidad y darse cuenta que no tiene piernas y que esa es la verdadera ventaja que tienes los seres superiores que no son mas que humanos pero completos.

INDIGENAS DE CIRCO



Esta imagen muestra una especie de invasión, en un mundo en el que ya ni las culturas antiguas se respetan. Todo parece un montaje en el cual tienen que fingir que siguen una saltando como locos aullandole a la luna y rogandole al dios sol para que nunca se valla, cuando en realidad ya perdieron su forma natural de comportarse y vestirse, pues sus atuendos autóctonos no son mas que disfraces de tienda, alquilados para crear así un ambiente de leyenda, sus miradas dicen a gritos que se han convertido en micos del mercado exhibicionista, donde por ser diferentes se creen menos, como sirvientes de los supuestamente civilizados.
Se ve intranquilidad, desosiego y odio por estar resignados a ser parte excluida de la sociedad y anhelo de pertenecer a ella.
La envidia y la rabia que ellos tienen los hace ver como almas en pena buscando salir del purgatorio de la selva, porque simplemente al estar sentados ahí como seres de circo, los atan miles de bejucos, amarrándolas a la fuerza, asegurándose de que cumplan su condena.